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¿Se retirará Brasil de sus esfuerzos contra la corrupción?
10.08.2015
La versión original de este blog post fue escrita en inglés. La traducción no fue realizada por el autor.
Por Carlos Ayres y Bruno Maeda
La Contraloría General de la Unión (CGU) es uno de los órganos más importantes del gobierno Brasileño en la lucha contra la corrupción. Es el órgano perteneciente al gobierno federal que se responsabiliza de la auditoría de gastos, promoción de la transparencia, representación de Brasil en los foros de anticorrupción (e.g. OCDE, OEA y ONU), y de las sanciones de los empleados públicos involucrados en cualquier tipo de acto ilícito. Por otra parte, bajo la Ley de Empresas Limpias, la CGU tiene la autoridad de investigar e imponer sanciones administrativas por actos ilegales cometidos contra administraciones públicas extranjeras. En el caso del soborno de oficiales locales a nivel Ejecutivo Federal, la CGU tiene autoridad de iniciar procedimientos administrativos ante entidades legales, y examinar y corregir procedimientos manejados por otras autoridades. En ambos casos, la CGU es el órgano competente para firmar acuerdos de indulgencia. La CGU corrientemente tiene docenas de acciones legales relacionados con la Ley de Empresas Limpias.
De acuerdo a los medios de comunicación locales, la presidenta Dilma Rousseff está considerando reducir el número de ministerios para minimizar gastos, ya que el país está enfrentando una crisis económica bastante seria. Actualmente, el CGU tiene un rango ministerial, que le da las fuerza necesaria para combatir la corrupción. Dichos medios de comunicación han reportado que, tan pronto como esta semana, la CGU posiblemente pierda este rango o posiblemente sea dividida entre varios otros ministerios. Si Brasil va en esa dirección, es posible que se disminuyan sus esfuerzos contra la corrupción. Hay varias razones por las que el gobierno de Brasil no debería de irse en esa dirección. Nosotros destacamos tres de estas razones.
La experiencia acumulada a través de los años se perdería. La CGU tiene un equipo técnico calificado que se especializa en temas de anticorrupción. El equipo ha adquirido conocimiento a través de los años manejando auditorías y evaluando programas de cumplimiento a través de la Empresa Cadastro Pró-Ética. Esta empresa ha educado al equipo de la CGU a niveles superiores en Brasil y en el extranjero, interactuando con sus semejantes en otros países, y participando en eventos públicos.
Dificultades en haciendo cumplir la ley. Como se mencionó anteriormente, la CGU tiene la autoridad de investigar e imponer sanciones por los actos ilegales cometidos a nivel Ejecutivo Federal. Si el órgano pierde su rango ministerial va a ser muy difícil investigar e imponer sanciones por cualquier tipo de actos ilícitos cometidos ante órganos de rango superior. De igual manera, bajo La Ley de Libertad de Información, la CGU es el órgano competente de decidir si es que una petición de información (negada por el ministerio) debería de ser proporcionado. Moviendole al CGU a un rango inferior le impediría su habilidad de hacer cumplir la leyes. Además, hay bastante discusión sobre la habilidad de la CGU en imponer sanciones si es que pierde su rango ministerial.
Un mensaje negativo con respecto a los compromisos internacionales. De acuerdo a los medios de comunicación locales, Jorge Hage, el presidente de CGU del 2006 al 2015, declaró que el posible cambio de rango de la CGU es un “gran error, es un paso hacia atrás que no es aceptable para Brasil” y además mencionó que “las consecuencias serían terribles, inclusive en los foros internacionales.” Posiblemente surgirían efectos negativos, ya que el Grupo de Trabajo de Sobornos del OCDE dice que la investigación y el enjuiciamiento de sobornos ajenos debería de ser centralizado y manejado por un equipo especializado y equipado con los recursos adecuados.
Oficiales de la CGU han expresado sus inquietudes públicamente sobre cambios en el rango ministerial que tiene el órgano. Asimismo, entidades importantes de sociedades civiles han expresado sus propias inquietudes en una carta abierta a la presidenta Dilma Roussef.
CGU es un órgano que ha progresado significantemente en la lucha contra la corrupción en Brasil. En este momento crucial, en la lucha contra la corrupción en Brasil, el país debería de tomar los pasos adecuados para fortalecer y consolidar sus órganos de anticorrupcion y de cumplimento a la ley en vez de hacer lo opuesto. Por las razones detalladas arriba, el país se va a ir en una dirección equivocada si es que la CGU pierde su rango ministerial, o si sus funciones son divididas entre otros ministerios.
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Post authored by Carlos Henrique da Silva Ayres, FCPAméricas Contributor
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